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Toma mi mirada para que pueda mirar a los demás como Jesús, con inmensa paciencia.
Contemplo a Jesús, tan comprensivo con los pecadores, tan paciente y compasivo con las debilidades de sus discípulos, tan cercano a todos.
Quiero aprender de Jesús, paciente y humilde, para encontrar descanso y alivio en mis impaciencias.
Bendigo a todas las personas que me molestan, que me desagradan, que me cansan, que me perturban, que me interrumpen.
Las bendigo para que sean cada día más bellas y santas, para que reflejen tu amor y tu hermosura.
Pasa tu mano por sus vidas para que sean felices.
Ven Espíritu Santo a mi vida, penetra en mi interior, acaríciame con tu divina calma. Cura las heridas de mi intimidad
que me llevan a rechazar a los demás.
Sana la raíz de mi intolerancia, de mis malas reacciones,
y regálame el don de la paciencia.
Amén”.
¿Qué son los cinco minutos del Espíritu? A lo mejor algún día te has preguntado quién escribe esta oración diaria que te ayuda tanto. Entra en el enlace y descubrirás lo que estás buscando. Quizá te sorprenda saber que detrás de esta cadena de oración está el arzobispo argentino D. Víctor Manuel Fernández. No dejes de compartir en enlace de "Amigos para Ayudar" para que esta gracia llegue a todo el mundo.
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