En este grupo encontrarás cada día alguna meditación o una oración dedicada al Espíritu Santo. Te propongo que, después de leer, te quedes unos minutos en la presencia del Señor para que él trabaje en tu interior. Así, día tras día, podrás intentar abrirle el corazón al "dulce huésped del alma".
Si cada día tratas de darle un lugar en tu vida, darás tu pequeña colaboración al Espíritu Santo para que tu vida se vaya transformando. Así, en tus oscuridades entrará la luz, en tu frío se encenderá un poco más el fuego, y renacerá la alegría.
Te sugiero que hagas ahora mismo un breve momento de oración para ofrecerle al Espíritu Santo este año que comienza, de manera que cada día de este año esté iluminado por su presencia santa.
El espacio que damos a Dios en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestras amistades, en nuestro trabajo o en nuestro interior... Es un espacio que se va llenando de paz, de luz, de amor, de generosidad, de perdón, de amor que da la vida y alegra todo a su alrededor.
Hay grutas muy hermosas formadas por el agua. Un simple gota a lo largo de los años va formando estalactitas y estalagmitas y dejando formas asombrosas. Es la acción constante, de una minúscula gota la que forma ese bello espectáculo. Así es el poder de la oración diaria. Va transformando nuestro interior y va creando en nosotros la imagen de Jesús.
Para rezar te propongo el siguiente orden:
1.Ponte en presencia de Dios. Haz la señal de la cruz, invócale, toma conciencia de que Dios está contigo en ese momento y tú con Él. Procura recogerte, hacer silencio, dejar de lado los ruidos del mundo y las preocupaciones, para ir a tu interior, para buscar a Dios sin otras distracciones.
2. Pídele hacer un buen rato de oración. Invoca al Espíritu Santo especialmente para que ilumine tu mente, acalle tus ruidos, mueva tu voluntad hacia Él, te de gusto por la oración, que haga que de fruto ese rato de oración.
3. Lee detenidamente la oración del Espíritu Santo. En este momento lee pausadamente la oración que toque cada día del Espíritu Santo y el comentario que se acompaña para la meditación. Haz oración con ello, dialoga con el Señor, reflexiona sobre esas palabras para tratar de asimilarlas, para escuchar la voz de Dios en ella y ver lo que te dice en concreto a ti, para tu vida.
4. Termina haciendo una acción de gracias a Dios por ese rato que has tenido de estar con Él de forma especial, meditando y escuchando su palabra.
5. Pídele que eso que has escuchado y meditado lo lleves a la vida cotidiana, a tu acción de cada día, a poderlo ver y vivir en las cosas que te rodean.
¿Qué son los cinco minutos del Espíritu? Si quieres más información acerca del origen de esta cadena de oración entra en esta página y descubrirás el libro que está recorriendo el mundo a través de WhatsApp. No dejes de reenviar el enlace de "Amigos para Ayudar" y forma parte de esta preciosa unión de todos en la oración.
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