INDICE DEL BLOG

El Espíritu Santo no nos hará completamente perfectos en esta vida, pero nos ayudará a sacar lo mejor de nosotros mismos, para que Jesús se refleje en nuestra forma de vivir.
Ese testimonio, si es auténtico, termina contagiando, y cambiando las cosas. No cambiaremos el mundo entero, pero si nos dejamos llevar por el Espíritu Santo, algo cambiará en nuestro pequeño mundo, y eso en definitiva será bueno para todos.
La mejor manera de cambiar el mundo es cambiando nosotros mismos. El mundo será un lugar mejor si nosotros somos mejores y hacemos bien a quien tenemos al lado, influyendo positivamente a nuestro alrededor.
La persona que tienes que mejorar no es el otro, sino a ti mismo. A veces se nos podría aplicar la parábola de Jesús cuando decía que antes de querer quitar la mota del ojo de tu hermano deberíamos quita la viga del nuestro.
La ayuda al hermano por otra parte debe ser sincera y constante y esto sólo puede hacerse no desde el afán de apostolado, sino del cambio profundo de nuestro corazón que irradia amor. Querremos al hermano y procuraremos su bien con delicadeza cuando de verdad le amemos.
Pidamos al Espíritu Santo que nos enseñe a amar cada día más y mejor. Sólo así haremos un mundo mejor.
¿Qué son "Los cinco minutos del Espíritu Santo"? Si quieres saber más sobre esta cadena de oración pulsa sobre el enlace. Te invito a formar parte de ella compartiendo la página "Amigos para Ayudar" con otras personas.
Comentarios
Publicar un comentario