El Espíritu Santo es luz. Eso significa muchas cosas:
La luz del sol hace posible la vida. Si el sol se apagara, la vida desaparecería en esta tierra. Por eso, la luz también simboliza la vida, y el Espíritu Santo es una fuente permanente de vida. Habitando en lo más íntimo de cada cosa, la hace existir con su poder. Pero de un modo especial, el Espíritu Santo es vida para nuestra intimidad, porque él es amor, y sin el amor no hay vida que valga la pena.
La luz también es necesaria para caminar, para ver el camino, para saber a dónde vamos. Si alguna vez hemos hecho la experiencia de caminar a oscuras, perdidos y desorientados, sabemos lo que significa la luz. Y cuando aparece una pequeña claridad que nos orienta, la amamos y la agradecemos. El Espíritu Santo es luz. Él nos hace descubrir por dónde tenemos que caminar y hacia dónde tenemos que ir. Cuando lo invocamos con sinceridad, él nos ilumina para tomar las decisiones correctas.
La luz también nos permite ver las cosas, descubrir sus colores, su belleza. Cuando dejamos que el Espíritu Santo ilumine cada cosa, podemos ver su hermosura y disfrutarlas mucho más.
Demos gracias al Espíritu Santo porque él derrama su luz en nuestra vida.
En la época en que se escribió el Credo aún no se había inventado la luz eléctrica obviamente. Cuando el Símbolo reza "Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero..." es muy bonito ver que usa la imagen del fuego para hablar de Dios.
En esta ocasión igual. El Espiritu Santo es fuego. Es fuego que ilumina, que da vida interior por medio del calor del Amor. El Amor es el origen de la vida. Dios todo lo hizo por amor. El amor es el motor de todas las cosas. Nuestro motor más profundo en todo lo que hacemos. Aquello por el cual hacemos todas las cosas.
Y así también me gustaría vincular la luz y el amor. Porque el amor es un foco de luz. Se suele decir que el amor es ciego porque logra ver la belleza más allá de los defectos, pero el amor es una profunda luz. El conocimiento es un acto de amor. Las cosas que deseanos y queremos son conocidas no sólo por la inteligencia, sino también por el corazón, que las reconoce como al objeto amado, aquel que estaba buscando y son conocidas por él cual pieza de un puzzle cuando lo encuentra y encaja en su interior.
¿Qué son los cinco minutos del Espíritu? Descubre el origen de Los cinco minutos del Espíritu Santo. Y únete a esta cadena de oración reenviando el enlace de "Amigos para Ayudar".
Puedes encontrar el libro en Amazon
Comentarios
Publicar un comentario