INDICE DEL BLOG

¿Por qué el fuego?
Porque cuando el Espíritu Santo se hace presente de una manera especial, las personas no quedan igual. Se produce un cambio. Nadie puede quedar indiferente si aparece una llama de fuego en su cabeza, si allí donde hacía frío y oscuridad repentinamente hay calor y luz. Todo cambia.
El Espíritu Santo nos permite ver las cosas de otra manera, y nos ilumina el camino para que no tengamos miedo. Él derrama calor, para que no nos quedemos acurrucados, apretando las manos y refugiándonos en un lugar cerrado. Por eso su presencia nos llena de confianza y de empuje.
Entonces, es bueno invocar al Espíritu Santo para que inunde de color y de vida nuestra existencia:
"Ven fuego santo, luz celestial, porque a veces me dominan las tinieblas y tengo frío por dentro. Ven, Espíritu, porque todo mi ser te necesita, porque solo no puedo, porque a veces se apaga mi esperanza. Ven, Espíritu de amor, ven".
La imagen del fuego nos ayuda a descubrir la acción del Espíritu Santo en nosotros. En cada acción del fuego en la vida cotidiana podemos descubrir una simbología del fuego del Espíritu Santo. Hemos hablado que el fuego da luz, da calor, pero también quema y consume, e incluso sirve para cocinar los alimentos y estos hallen más sabor y se conserven.
De esta misma manera podemos decir que el Espíritu Santo realiza todas esas acciones en nosotros: ilumina (porque da luz en nuestra alma, librándonos de la oscuridad del pecado, llenándonos con su gracia, iluminando nuestras mentes, sensibilizando nuestro corazón para captar las cosas de Dios y reconocerle y amarle en cada cosa. Eso también es luz e intuición del Espíritu Santo); da calor (porque da amor, confianza, seguridad, ardor y celo); quema (sellándonos como hijos de Dios, confirmados en la fe, marcados y tocados como algo consagrado, de Dios); consume (porque elimina y purifica el pecado, acrisola nuestro interior para que brille, para que se perfeccione, para que se limen nuestras asperezas y nuestra vida quede radiante, a imagen de Cristo); conserva (porque hace que nos apartemos del pecado, que nos mantengamos dentro del amor de Dios, que sus frutos perduren en nosotros, que germine su gracia, que no nos olvidemos a la enseñanza de Cristo, que permanezca en nosotros la fuerza de Dios); da gusto (porque da vida a todo, alegría, empuje, y no deja que nuestra vida sea insulsa, al contrario, nos lleva a vivir una gran aventura, una misión grande, a vibrar con pasión de todo lo que vivimos).
Detente en cada imagen, deja que te envuelva esa simbología, deja que el Espíritu Santo obre cada una de esas acciones en ti por medio de la oración. Preséntale aquello que quieres que queme, que de gusto, que ilumine, que de calor con su presencia. Por cada minuto que pases a su lado más notarás el poder de su acción dentro de ti y saldrás lleno de luz y su calor, de su fuego.
¿Qué son los cinco minutos del Espíritu? En este enlace podrás saber más sobre el libro del arzobispo argentino que está recorriendo el mundo con una meditación diaria dedicada al Espíritu Santo.
Puedes encontrar el libro en Amazon
Comentarios
Publicar un comentario